Alfonso Armada: “Los medios adoptan un papel mayor en el mundo del espectáculo que en el de la información”

PR5 14.12.10/ NOELIA ORTS

Escritor y periodista del diario ABC, a lo largo de su carrera se ha encargado de  los conflictos internacionales durante más de 15 años. Alfonso Armada también ha trabajado en otros periódicos como El País y Faro de Vigo y ha escrito siete obras, entre ellas Diccionario de Nueva York, publicada este mismo año.

Armada contó desde la UMH los problemas éticos que acarrean al mundo del periodismo y  cómo se trabaja siendo corresponsal, además también habló de FronteraD, revista especializada que creó  hace un año.

Su experiencia como corresponsal se basa, entre otros, en los conflictos cubiertos como el cerco de Sarajevo o el ataque de las Torres Gemelas. Sentenció además la decadencia del corresponsal con una simple frase. “Cuando el periodista se convierte en el protagonista algo está mal”. Para Armada que el periodista haga uso excesivo del primer plano no es algo ni necesario ni positivo.

 

A diferencia de otros profesionales considera que  Internet es una herramienta complementaria y que no dificulta la labor del profesional.

Destacó los tintes que están adquiriendo los medios actuales en los que el entretenimiento cobra fuerza frente a la información contada con exactitud, llegando a límites perversos. “PRISA se define como un conglomerado de educación, información y entretenimiento, a veces esto se difumina de forma interesada y  peligrosa”

En definitiva, Alfonso Armada cómo buen profesional, invitó a la reflexión a los asistentes: “Hay grandes zonas del mundo  que son espacios en sombras, espacios en blanco de las que no sabemos absolutamente nada, de las que no se publica nada y está ocurriendo ahora mismo»

Una imagen vale más…

Que mil palabras. Las portadas de “El país” de 1981 con el golpe de Estado y el atentado del 11-M en 2004 lo demuestran. Es cierto que  entre una noticia y otra distan unos cuántos años, sin embargo encontramos ciertos parecidos entre sí.

La fotografía del golpe de Estado, aunque en blanco y negro, ocupa gran parte de la portada, del mismo modo que en la publicación del año 2004. Ambas tienen tres columnas de reducido contenido y el título es bastante claro; en el ejemplar del siglo XXI se usa el espacio de forma estratégica y sin ningún tipo de distracción, mientras que en el del 1981 el cuerpo de la noticia está situado bajo el titular.

Sólo en estos casos se ha dejado de  lado el permanente espacio de publicidad, que ocupa la portada de “El País”

Allá por el año 1976, un 4 de mayo,  apareció por primera vez el periódico “El País”. La evolución que ha sufrido su publicación desde el primer ejemplar es más que notoria. El diseño era poco llamativo, ya que se centraba más en el contenido que en el continente, por lo que su portada era tratada como un elemento más del periódico. Hace unos años no se jugaba con la infografía o la fotografía, por lo que quedaban relegadas a un segundo plano,  en la actualidad sin embargo se utilizan para captar la atención de los ávidos lectores. Las columnas  de aspecto abrumador  llenaban cada página de los ejemplares. En cambio en el año 2010 este tipo de formato es inexistente.

La portada de 1976 demuestra los sobrios inicios de “El País”, en dónde  primaba la información descrita al detalle y sobre todo una variedad amplia de noticias jerarquizadas por el tamaño de sus títulos. En la actualidad, si lo requiere la ocasión, encontramos una portada con tema único o compartido con alguna otra noticia de menor importancia.

Aún así el mayor cambio de todos ha sido la aparición  de color, el tamaño de las fotografías, la reducción de sus contenidos y en ciertas ocasiones la disminución de los temas en portada.La evolución de “El país” desde sus inicios es evidente, con el paso del tiempo quién sabe que tendremos en nuestras manos dentro de 34 años, ahora sólo nos queda esperar.

Renovarse o morir

«El reconocimiento de los partidos políticos, condición esencial para la integración en España”. Con ese titular tan largo comenzaba su andadura el periódico nacional “El País”, el 4 de mayo de 1976. Desde entonces y hasta la actualidad muchas cosas han acontecido y como todo El País también ha ido evolucionando.

Fue fundado por José Ortega Spottorno y diseñado por Reinhard Gade y Julio Alonso, era sobrio y su principal objetivo era llenar ese vacío existente para los demócratas españoles. La primera portada de la historia del periódico, podía pasar fácilmente por unas de interior. Con una división a 4 columnas, donde el titular con el que empezaba este análisis y la foto no eran en ese momento lo más importante. Aunque con el tiempo se diría: “A grandes historias grandes fotos”. Me atrevo a decir que si saliera una portada en la actualidad semejante a la de aquella ocasión dudo mucho que los lectores lo compraran, personalmente da sensación de agobio y no es apetecible leer todo.

Poco a poco, conforme van pasando los años y los hechos ocurridos cobran más importancia, el diseño toma otros caminos y cambia. Es el caso significativo del golpe de estado del 23-F. El País sacó a la calle una edición especial del periódico titulada “El País, con la Constitución”. Es esta ocasión el titular era mucho más corto y la foto que ocupaba media página, lo más significativo. En aquellos momentos los demás diarios fueron mucho más prudentes y éste de los pocos que salieron a la calle esa larga noche.

Durante esos años la portada del 23-F fue de las pocas que se caracterizaba por un cambio importante en el diseño y en la contundencia de los titulares, habría que esperar hasta el 12 de septiembre de 2001 para ver otra edición tan impactante como la de aquel entonces. Se trataba del ataque a las torres gemelas. Con el titular: “América, atacada máxima alerta mundial”, el periódico informaba a los españoles de la tragedia. De esa forma tan agresiva, con parte del titular subrayado y una foto impactante a todo color, El País daba un paso más. Con la llegada del nuevo siglo ya comienzan las primeras fotografías a color que dejarían ya definitivamente al texto en un segundo plano y al titular y la imagen como lo más prioritario.

Desde esa publicación con la noticia del 11-S y hasta la actualidad el diario ha seguido el mismo patrón: Titulares contundentes y cortos, fotos a todo color que hablan por si solas y el texto justo, acompañado de pequeños faldones de publicidad que en ocasiones desaparecían para dar total importancia a la noticia de portada. Todo cambia y El País también lo hace al compás de los tiempos, amoldándose a las necesidades de los lectores del siglo XXI y con la amenaza latente de la cercana muerte del papel.